No hay pautas claras que definan específicamente de qué se trata el adiestramiento canino, mientras que hay muchos que afirman que es una mera “educación” para la concreción específica de un objetivo. Allí es donde se distingue el término “adiestrar” del de “educar”, pues muchos afirman que enseñar al perro a orinar en cierto sitio, a comportarse civil y hogareñamente, o incluso a cumplir ciertos trucos y conductas no es adiestramiento sino educación, comparándola a la que se le da a los niños.
Por otro lado, esta teoría que intenta explicar la diferencia entre adiestramiento y educación sostiene que el primero es un a educación específicamente impartida para lograr un objetivo. Vale decir: luego de enseñarse al perro las conductas diarias, se lo “adiestra” en una conducta particular que cumplirá en cierta ocasión, como la defensa ante una agresión, los actos de recuperación de presas para los retrievers o recolectores, la acción de indicar caminos, presas y otras para los apuntadores o pointers, el trabajo de los lazarillos, la práctica de un deporte, y así.